Diálogo entre la muerte y un moribundo
Calcula cuánto tiempo se necesita para que algo se termine. - silencio- . Claramente vos me dirás “es relativo, abarcativo, absurdo”. - resopla- ¿Cómo podría yo, calcular, así, a ojo, el tiempo final de algo? Algo que no sabemos que es, algo que podría ser un momento, un beso o una vida. Un momento pequeño o grande o infinito. ¿Infinito? No, infinito no, entonces me lo harías muy fácil, ¿Verdad? Algo infinito no tiene fin, la ecuación sería entonces inútil, inconclusa, inexistente. ¿Estás seguro de eso? - silencio- Y si fuera un beso, entonces terminaría cuando sus labios se separen, o cuando suspiren al final, o cuando se miren a los ojos con una distancia más grande de “X” centímetros. Pero entonces, ¿Cuándo empieza el beso? ¿Cuándo se acercan hasta que sus narices se rozan? ¿Cuándo sus labios entran en contacto? No hay nada escrito sobre eso… ¿Y cuál es la diferencia? - silencio- Y una vida. Ese sí que es complejo. Hay tantas formas de ter